Conocí a
Nagabe cuando ECC Ediciones anunció la publicación de mi título preferido del
autor hasta la fecha: La pequeña forastera: Siúil, a Rún. Cuando vi que
se trataba de una historia de fantasía un tanto oscura con cierto aire a
cuento, al menos en lo que respectaba al dibujo, decidí que tenía que leerla.
Fue entonces cuando se convirtió en uno de mis mangas favoritos, tanto por el
especial dibujo de Nagabe —que me cautivó por su personalidad y delicadeza—
como por lo que subyacía bajo la historia de Shiva y el Doctor, sus
protagonistas. Desde entonces, he ido coleccionando los tomos de Nagabe que se
han publicado en español. Monotone blue —a diferencia de los demás, que
nos han llegado de la mano de ECC, lo ha editado Milky Way— ha sido el último
de ellos, un BL protagonizado por animales antropomórficos en cuyas páginas me
encontré una historia sencilla, bonita, que nos habla sobre problemas muy
actuales. Hoy en Afrodita L quiero hablaros de ella. 😊
Una vida
sin sobresaltos
Hachi es
un gato adolescente que lleva una vida aburrida: odia estudiar, se duerme en
las clases y su entorno está lleno de animales muy parecidos entre sí. Sin
embargo, un día llega a su instituto de mamíferos alguien diferente: Aoi, un
lagarto que acaba de trasladarse al barrio con su familia. De inmediato, llama
la atención de todos sus compañeros, aunque Hachi parece una excepción… hasta
que un día, después de clase, descubre un secreto que Aoi quiere ocultar a toda
costa: su cola está llena de preciosas escamas azules. A partir de ese momento,
ambos comienzan una amistad que los llevará a conocerse mejor. Y es
que Aoi sigue guardando silencio sobre muchos aspectos de su vida, pese a que
él y Hachi cada vez están más cerca el uno del otro.
© Nagabe, 2021 |
La belleza de lo que nos distingue
© Nagabe, 2021 |
El
argumento de Monotone blue gira en torno a la relación que se establece
entre dos seres completamente distintos que, pese a lo mucho que los separa,
consiguen entenderse. De esa forma, Nagabe aborda diferentes temas: lo
devastadores que pueden llegar a ser los prejuicios, el daño que la
incomprensión y el rechazo pueden hacernos, los miedos que surgen en nuestro
interior cuando queremos establecer vínculos pero nuestras experiencias nos
frenan porque no queremos sufrir… En sus páginas, se habla de acoso escolar, de
aceptación —por parte de los demás y de nosotros mismos— y de que, pese a todo,
siempre podemos encontrar un lugar al que pertenecer.
La
relación entre Hachi y Aoi se va desarrollando poco a poco, de manera muy
natural. El ritmo que Nagabe le imprime juega en favor de la historia, ya que,
de ese modo, los sentimientos y reacciones de los personajes resultan más
verosímiles. Aoi tiene que adaptarse a un nuevo entorno, a unos nuevos
compañeros, y la vida de Hachi, de pronto, ya no le resulta tan monótona. Cada
uno vive sus propios procesos, y el autor los refleja muy bien en el tomo.
Eso sí, como
todas las relaciones, tiene sus altibajos. Nagabe no solo nos muestra los momentos
más agradables, también los desencuentros, los enfados, los malentendidos. Pero
es precisamente en esos instantes cuando los dos protagonistas aprenden más
sobre lo que significa comprender al otro y también sobre lo que de verdad
sienten. Las dificultades les permiten reflexionar sobre su manera de
comportarse y sincerarse. Saben reconocer sus errores e intentan enmendarlos
para no perder ese vínculo tan preciado que surge entre ellos.
Unos
animales muy humanos: el dibujo de Nagabe
© Nagabe, 2021 |
Como
comentaba al principio, Nagabe tiene un estilo de dibujo muy particular, sutil,
que por supuesto también sobresale en Monotone blue. No es la primera
vez que el autor tiene a animales antropomorfos como protagonistas, a los que
siempre dota de una gran expresividad. Hachi y Aoi no son una excepción en este
sentido: su personalidad y sus emociones quedan perfectamente retratadas gracias
al buen hacer de Nagabe. El carácter díscolo y divertido del primero, la
melancolía y la timidez del segundo. El miedo, las inseguridades, la rabia,
pero también las risas y la alegría. Realmente, es lo que más le interesa al
autor: Monotone blue es un manga de personajes, de ahí que en ocasiones
otros aspectos, como los escenarios, queden en un segundo plano.
Con esto
termino la reseña de hoy. 😊 Espero que os haya gustado y os animo a
leer Monotone blue si no lo habéis hecho. Por mi parte, os espero dentro de unos días con una nueva entrada sobre manganime y mundo clásico. ¡Hasta entonces!
Y que sigáis disfrutando del verano. ☀️
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