lunes, 23 de enero de 2023

Mangas 2022: ¿qué he leído este año?

Parece mentira: ¡ya llevamos casi un mes de 2023! No sé a vosotros, pero a mí estas primeras semanas se me han pasado volando… Entre las fiestas, el trabajo y otras cuestiones, han sido días muy ajetreados —como viene siendo costumbre últimamente—. Eso sí, aunque ya hayamos entrado en el nuevo año, no quería dejar pasar la entrada de repaso de los mangas que leí en 2022. A decir verdad, me sumergí en muchísimas historias, bastantes más de las que esperaba. Y me apetecía compartirlas aquí, como ya he hecho en otras ocasiones. 😊

A lo largo del año pasado, os hablé de varios títulos que me gustaron bastante: Helter skelter, Metamorfosis BL, Pescadores de medianoche, Un mundo maravilloso, Los artistas no pisan las flores, Flores rojas, Sombras sobre Shimanami, Monotone blue, Happiness y Si te pudiera decir «gracias». Como siempre, tenéis todas las entradas al respecto en la sección de Reseñas. ¡Pero ahora toca repasar otros muchos mangas que me cautivaron en 2022! Al igual que en entradas anteriores, voy a referirme tanto a novedades publicadas el año pasado como a obras que se publicaron antes, tanto a series abiertas como a otras ya terminadas. Ya sabéis que lo que quiero es centrarme en mi año lector, sin importar cuándo salieran las obras. Dicho esto, sin más dilación, ¡empezamos! 🤗

Viajes breves

Como sabéis, me gustan mucho los tomos únicos y suelo alternarlos con lecturas más largas por una cuestión de tiempo o porque a veces me apetece una historia de una tarde. En 2022, fueron muchos los títulos de esta clase que terminaron en mi lista de mangas leídos, tanto de autores a los que conocía y que me gustaban como de otros con los que me encontraba por primera vez. Shintaro Kago, su crueldad y su humor negro en El gran funeral y Cuerpos extraños. El futuro imaginado por Toranosuke Shimada en Breve historia del Robo Sapiens, lleno de máquinas que sienten. Las intrigas palaciegas y ese amor que todo lo puede en País del oro, país del agua, de Nao Iwamoto. Los secretos del misterioso convento de Alabanza, de Aoi Ikebe. La obsesión por la higiene de la protagonista de Bota bota, de Paru Itagaki, cuya búsqueda del amor verdadero se ve siempre en dificultades por lo mucho que le sangra la nariz. La bonita relación que se establece entre los dos vecinos de Mi vecino metalero, de Mamita —además, me hizo mucha ilusión que uno de los puntos de partida fuera el mundo del metal—. La inquietante presencia que persigue al protagonista de La mujer del apartamento, de Minetarô Mochizuki. Los extremos derechos de propiedad intelectual que Shun Umezawa plantea en El lugar donde se encuentran los piratas. También ha habido lugar para los clásicos, como El ruiseñor del sol de medianoche, de Keiko Nagita y Yôko Shima, y para relecturas, como la de Infierno embotellado, de Suehiro Maruo. 

Después de un año tan completo en lo que respecta a los tomos únicos, ¡tengo ganas de ver qué me depara 2023 en este sentido!

Despedidas y comienzos

2022 fue un año de finales. Y es que entonces se publicó el último volumen de Beastars, de Paru Itagaki, uno de mis mangas favoritos. El viaje de Legoshi, Hal y los demás terminó —aunque pudiera reencontrarme con algunos de ellos en Beast complex, cuyo tercer volumen salió también en 2022—, pero es una historia a la que volveré seguro. Les he cogido mucho cariño a sus personajes y, además, me parece un título que plantea cuestiones muy sugerentes.

A finales, ya en diciembre, me despedí también de Menstru, tu amiga fiel, de Ken Koyama, un manga sobre la menstruación muy divertido y que, además, trata el tema de una forma acertada. Me he sentido identificada con bastantes situaciones y me he reído un montón.

Pero en 2022 no solo tocó terminar series. Algunos de los mangakas que me gustan vieron sus nuevos títulos publicados en España, empezando por Shûzô Oshimi y su Welcome back, Alice. En él, nos plantea una historia que, de nuevo, tiene el aura perturbadora que caracteriza todas sus obras, aunque de una manera un poco distinta. Todo comienza con el regreso de Kei, el mejor amigo de Yôhei, cuando ambos empiezan bachillerato. Años atrás, Kei se había marchado del instituto de manera repentina, pero la vida les permite reencontrarse… solo que las cosas han cambiado. Ahora Kei ha vuelto como una chica y, además, parece tener la intención de poner patas arriba la vida de Yôhei.

Tengo que destacar, por otro lado, El incidente Darwin, de Shun Umezawa, un interesantísimo título en el que se abordan temas como los límites de la ciencia, la ética en muchas de sus facetas, el veganismo o la esencia humana a través de las vivencias de Charlie, un híbrido de humano y chimpancé. Aunque intenta llevar una vida normal, son muchos los intereses que están en juego y no todo el mundo tiene los mismos planes para él…

Por último, me ha hecho mucha ilusión que saliera al mercado El zorro y el pequeño tanuki, de Mi Tagawa, una autora que ya me había enamorado con Padre e hijo —os hablé brevemente de este manga aquí—. Esta obra es entrañable y se centra, de nuevo, en las relaciones de familia, solo que tomando como base la mitología japonesa y el mundo de los bakemonos, animales sobrenaturales cuya función es servir a los dioses. 

Las sorpresas de 2022

De nuevo, en 2022 comencé series que, por una razón u otra, me sorprendieron. En algunos casos sospechaba que iban a gustarme; en otros, iba sin expectativas, y, al final, todas ellas me encantaron.

Empiezo con Yuhki Kamatani. Tenía su obra pendiente desde hacía mucho tiempo y en 2022 por fin pude leerla. Tomodomo anunció que iba a descatalogar uno de sus títulos, Shonen note, y me lo regalaron por Navidad, así que ya no había excusa. La historia de Yutaka Aoi, un niño que vive su realidad a través de la música, me pareció tan bonita que decidí seguir descubriendo a Kamatani. Después vinieron Sombras sobre Shimanami y Hiraeth, el final de la travesía, que he terminado hace poco —y que me ha llegado especialmente—. ¡Estoy deseando que las editoriales se animen a publicar algo más suyo! Sus mangas están llenos de sensibilidad y el dibujo es increíble, muy poético.

También me ha parecido muy emocionante Frieren, de Kanehito Yamada y Tsukasa Abe. Le había echado el ojo antes de que se licenciara en España porque había leído muy buenas críticas, así que, en cuanto salió el primer volumen, se vino a mis estanterías. Me gusta el hecho de que el manga se centre en una faceta distinta de los héroes de un mundo fantástico, más introspectiva, así como la reflexión que hace sobre el paso del tiempo y la muerte.

Siguiendo con la fantasía, tengo que mencionar, por supuesto, Ranking of kings, de Sosuke Toka. Como comenté en algunos de mis repasos de animes, la serie me encantó y me moría de ganas de que llegara el manga a España. Por suerte, así fue en 2022 y pude revivir esta historia tan especial.

¿Y qué decir de Cuentos del reino, de Asumiko Nakamura? Si queréis leer un manga lleno de magia, este es una buenísima opción. En él, Nakamura nos propone varias historias muy interesantes en las que emplea los tópicos de los cuentos y las leyendas tradicionales para subvertirlos, darles su toque personal y hablarnos sobre la complejidad de la esencia humana. Además, como sabréis si habéis leído antes a esta autora, el dibujo es una maravilla.

Puede decirse lo mismo del de Kowloon generic romance, de Jun Mayuzuki, con un estilo diferente, pero igualmente cautivador. Su autora detalla tanto la ciudad de Kowloon, el entorno donde se desarrolla su historia, que enseguida nos traslada hasta ese lugar caótico y lleno de melancolía. Además, el argumento de la historia es adictivo: se trata de la historia de amor de dos compañeros de trabajo, Kujirai y Kudô, aderezada con elementos de ciencia ficción y misterio. Os aseguro que cada tomo deja con ganas de saber qué les está ocurriendo realmente, aumentando nuestra intriga.

Algunas de mis sorpresas de 2022 han sido mangas con base histórica. Uno de ellos, La verdad sobre las brujas, de Maki Ebishi, retoma la figura de Johann Weyer, médico y ocultista, y nos traslada a la Europa del siglo xvi y a la caza de brujas —con sus licencias— para hablarnos del peligro de las supersticiones y los prejuicios. Por otro lado, El ojo azul de Horus, de Chie Inudoh, se centra en la vida de Hatshepsut, una de las pocas mujeres que llegó al trono en el antiguo Egipto.

Voy a acabar este apartado con dos títulos muy diferentes entre sí: Gannibal y Skip and loafer. El primero es perfecto si buscáis una historia de tensión que enganche, bastante oscura. Masaaki Ninomiya nos propone desvelar los misterios que rodean al pueblo de Kuge, supuestamente habitado por caníbales, en compañía del agente de policía Daigo Agawa. El segundo, por otro lado, es ideal si queréis un manga de vida cotidiana, entrañable y que os haga reír. En él, de la mano de Misaki Takamatsu, seguimos a Mitsumi, una estudiante modelo que se muda de su pueblo a la gran ciudad para estudiar bachillerato… ¡Pero las cosas no le salen como esperaba! Y tampoco está acostumbrada a esa vida, tan diferente. Por suerte, no estará sola: sus nuevos amigos la ayudarán a integrarse.

Sentimientos a flor de piel

En 2022, también hubo mangas muy emocionantes que hablaban sobre el amor en sus diferentes facetas. Uno de ellos es Signos de afecto, de Suu Morishita, una bonita historia protagonizada por Yuki, una estudiante universitaria con sordera, e Itsuomi, un misterioso chico al que le encanta viajar. A partir de su relación, se nos habla de lo importante que es conocer a los demás y comprenderlos.

Un romance más adulto es el que se desarrolla en Por más que pase el tiempo, de Takako Shimura. Y también imprevisto, porque lo que menos esperaba Ayano, una profesora de primaria felizmente casada, era enamorarse de una mujer a la que conoce en su restaurante favorito: Akari. La estabilidad que logramos alcanzar en nuestras vidas no siempre es eterna, y ambas protagonistas lo demuestran muy bien.

También Tokyo girls, de Akiko Higashimura, nos habla del amor en la edad adulta. Y es que sus protagonistas, Rinko, Kaori y Koyuki, han llegado ya a la treintena. Sin embargo, ninguna de ellas ha tenido especial suerte en sus relaciones y siguen solteras. Por ello, cuando tienen oportunidad se reúnen en su tasca favorita para beber y compartir sus penas mientras esperan a que ese amor con el que sueñan les llegue —a poder ser, antes de los Juegos Olímpicos de Tokio—. Mediante sus vivencias, Higashimura nos habla de una sociedad llena de convenciones sociales, donde se juzga a quien no cumple con ellas, siempre desde una perspectiva divertida y llena de humor.

El lado cómico del amor es el que aparece en Confuso primer amor, de Wataru Hinekure y Aruko. La historia comienza cuando Aoki, un estudiante de instituto, se mete en un lío por culpa de una goma de borrar: se la pide a Hashimoto, la chica que le gusta, durante un examen, pero se le cae al suelo y la recoge Ida, el alumno que se sienta justo delante de él. Todo se habría quedado en una anécdota sin importancia si en la goma de Hashimoto no hubiera estado escrito el nombre de Ida… y este no hubiese pensado que Aoki es quien está loco por él. A partir de entonces, el enredo está servido. Confuso primer amor es uno de los mangas más divertidos que leí en 2022. ¡Lo que me pude reír con sus protagonistas, en especial con Aoki y su mala suerte!

Termino con un par de títulos de fantasía. El primero de ellos es La canción del amanecer, de Ichika Yuno, un bonito BL que trata sobre Elva, un misterioso sacerdote que se enfrenta cada noche a los monstruos que salen del mar, y Alto, un muchacho que se compadece de la soledad del primero y accede a servirlo. Sin embargo, poco a poco, va sintiendo algo más por él. ¡Tengo muchas ganas de saber cómo sigue! La relación que se establece entre Elva y Alto es muy bonita, y a ello se suma un mundo interesante sobre el que aún quedan muchas preguntas que responder.

Quiero mencionar, por otro lado, Nina, del reino de las estrellas, de Rikachi, sobre una chica de la calle que, de repente, debe hacerse pasar por la princesa de su reino, Alisha, quien acaba de fallecer. Debido a sus ojos, de color lapislázuli, el príncipe Azure piensa que Nina será una buena sustituta y por eso se la lleva consigo a palacio, a fin de educarla para que, en el futuro, se case con el heredero de otro país. En este caso, la historia de amor se combina con intrigas palaciegas. Además, me encantan los protagonistas: el desparpajo y el carisma de Nina, la seriedad de Azure. Con el primer tomo de su manga, Rikachi ha conseguido engancharme. ¡A ver cómo continúa!

Otros mercados, otras historias

Como no me era suficiente con lo que se publicó aquí —mis ansias lectoras me llevan a investigar otros mercados—, en 2022 también leí títulos que salieron en otros países. Hay obras que no nos han llegado a España y que me parecen interesantes, así que de vez en cuando las alterno con novedades y otros títulos de los que ya tenemos en español.

El primero que quiero destacar es Shōwa genroku rakugo shinjū, Descending stories, de Haruto Kumota. En él, Yotaro, que acaba de salir de prisión, decide dedicarse al rakugo, una suerte de monólogos humorísticos japoneses, y para ello le pide al maestro Yakumo que lo tome como aprendiz. A partir de entonces, empieza una nueva vida para los dos y para algunos de los personajes que los rodean. Descending stories me ha parecido una historia conmovedora en muchos sentidos, con sus toques de humor. Además, es fácil encariñarse de sus personajes, a los que vamos conociendo mejor según avanza la historia y se nos muestra su pasado.

Por otro lado, en 2022 también leí un par de tomos de manga más alternativo, los dos de historias cortas, publicados por la editorial Glacier Bay Books: Invisible parade, de MISSISSIPI, y From this flame, de Oumi Konomi. Ambos, cada uno en su estilo, me han parecido bastante interesantes y me han dejado con ganas de seguir indagando en títulos de esta clase.


Con esto termino la entrada de hoy. 😊 ¿Cuáles han sido vuestras lecturas favoritas de 2022? ¿Cómo habéis empezado 2023? Por mi parte, deseo que este año me traiga más historias con las que disfrutar (¡de momento, así es!). Os espero dentro de unos días con una nueva entrada sobre manganime y mundo clásico. 😊 ¡Hasta entonces!

martes, 3 de enero de 2023

Animes 2022: ¿qué he visto este año?

Acaba de terminar otro año, 2022, que me ha traído infinidad de cosas, la mayoría de ellas inesperadas. En algunos aspectos, han sido doce meses bastante intensos por varias razones: terminar estudios, empezar con trabajos nuevos, hacer frente a cuestiones complicadas… A veces he tenido la sensación de que todo a mi alrededor iba a velocidad de vértigo. Y ya estoy otra vez en este momento, a principios de enero, para hacer un pequeño repaso de lo que ha sido 2022 para el blog y para mí como aficionada al anime y al manga. 😊

A decir verdad, y aunque en los últimos tiempos no haya podido dedicarme a Afrodita L tanto como me gustaría, estoy satisfecha con lo que ha supuesto este año para este rinconcito de internet que me ha traído muchas más cosas buenas de las que jamás habría imaginado. No sabéis lo que me alegro de que la Laura del pasado tomara la decisión de empezar con este blog. Gracias a él, he conocido a gente maravillosa, he participado en diversas iniciativas y, además, he disfrutado de oportunidades que jamás pensé que serían para mí. No puedo sino daros las gracias a quienes me leéis: sin vosotros, este 2022 no habría podido superar las 10 000 visitas. ¡Todavía no me lo creo! 🤗

Al igual que otros años, y dado que 2023 acaba de comenzar, voy a hacer un repaso en el blog de algunos de los animes y mangas que he disfrutado en 2022. La entrada de hoy está dedicada a las series de animación japonesas. Es cierto que el año pasado hubo temporadas más fuertes, otras más descafeinadas, pero, pese a todo, me divertí con muchos animes, algunos de los cuales me hicieron especial ilusión. Y, por supuesto, también vi algún que otro título de años anteriores, fui al cine… Sin más dilación, empezamos. 😊

Las historias que se encuentran en la cotidianeidad

Como sabéis, me gustan mucho las historias que se centran en el día a día de los personajes. En esos pequeños instantes y dramas pueden encontrarse relatos muy interesantes, ya sea por las circunstancias de sus protagonistas, ya sea por la forma en la que deciden afrontar los retos que la vida les pone por delante, entre otras razones.

Uno de ellos es, precisamente, Akebi-chan no sailor fuku, la historia de una adolescente que comienza la secundaria y, para empezar con buen pie, le pide a su madre que le cosa un uniforme de marinera, único en el mundo. El anime se centra en sus primeros días en su nueva escuela, en la relación con sus compañeras de clase, en la elección de un club de actividades extraescolares… y solo con eso basta. Porque Akebi y quienes están a su alrededor consiguen sacarte una sonrisa con sus pequeñas vivencias, tiernas, curiosas a veces.

También una escuela es el escenario de Dance dance danseur, un anime centrado en el ballet. Y es que su protagonista, Junpei, decide practicarlo cuando su compañera de clase Miyako —quien, además, le gusta— le pide que acuda a la academia de danza de su madre. Al principio, las dudas lo asaltan: había sido su pasión de pequeño, pero, como sus compañeros se burlaban de él, optó por abandonarlo y se decantó por las artes marciales. Sin embargo, ha llegado el momento de retomar esa pasión y luchar por ella de una vez por todas.

¿Y qué decir de Deaimon? En este caso, se nos habla de las relaciones familiares, no siempre tan sencillas como nos gustaría. Nagomu, uno de los protagonistas, regresa a su hogar después de varios años fuera intentando abrirse camino en el mundo de la música sin mucho éxito. Su idea: participar en el negocio familiar, una confitería. Sin embargo, cuando llega, se encuentra con que allí vive una niña, Itsuka, que pretende hacerse cargo del local cuando crezca. El vínculo que poco a poco se va forjando entre ambos es muy bonito.

También me ha gustado My dress-up darling, y eso que al principio no sabía muy bien qué pensar. Cuando empecé a verlo, dudé sobre si dejarlo o no, pero decidí continuar porque los dos protagonistas, Gojo —un chico al que desde siempre le han encantado las muñecas hina y quiere dedicarse a hacerlas— y Marin —una apasionada del anime y el cosplay— me habían ganado. Y al final, pese a que algunos detalles no terminaron de convencerme, lo disfruté bastante. 

Por último, quiero mencionar un anime que me ha gustado especialmente, aunque su animación no sea la mejor: Kotaro vive solo. Es una de esas series que llegan al corazón, tanto por los momentos de felicidad que viven sus protagonistas como por el drama que rodea a algunos de ellos, en especial a Kotaro, un niño pequeño que vive solo en un apartamento y a quien sus vecinos cuidan. Son muchas las preguntas que suscitan sus circunstancias… pero las respuestas no son siempre agradables. Pese a todo, Kotaro se esfuerza por seguir adelante y disfrutar lo que pueda del colegio, los pequeños instantes con sus vecinos y su serie de anime favorita, Tonosaman.

Viajes a otros mundos

Han sido muchos los animes que me han trasladado a otros mundos, reales o imaginarios. Comienzo con uno cuyo anuncio me hizo especial ilusión: Thermae Romae novae. Las aventuras de Lucius Modestus, un arquitecto de termas romano, en el Japón actual siempre me han parecido muy divertidas —os he hablado del manga en varias ocasiones, aquí y aquí—, así que, cuando se desveló que iban a hacer un nuevo anime basado en la obra de Mari Yamazaki, no pude sino alegrarme. Al igual que en el caso de Kotaro, la animación no es la mejor, pero me ha gustado este viaje a la Roma antigua para revivir las andanzas de Lucius en el país del sol naciente, en nuestra época, y las muchas ideas modernas que toma prestadas para su hogar.

Y hablando de viajes que desconciertan, aunque de una forma diferente… También quiero destacar Mi tío es de otro mundo, una serie con la que he disfrutado bastante más de lo que esperaba. La premisa me pareció interesante: un hombre regresa a nuestra realidad después de pasar muchos años en un mundo mágico; un isekai que no se centraba en las peripecias del héroe que se trasladaba a otro universo, sino en su adaptación a la vida que había llevado antes, a su propia realidad. Me reí mucho con las anécdotas del tío de Takafumi y con su reacción ante las muchas cosas que se perdió durante su ausencia, mientras luchaba contra monstruos, aprendía magia y conocía a elfas con mucho carácter.

En lo que respecta a los animes de fantasía y acción, me quedo con Sabikui Bisco, sobre un mundo corrompido por el óxido y un hombre que quiere salvarlo con ayuda de un hongo. Lo empecé a ver casi por casualidad y, al final, se convirtió en uno de los que más disfruté durante la temporada de invierno.

Otro que vi también de manera imprevista fue Un vampiro en el jardín, una miniserie sobre un mundo dominado por la guerra entre vampiros y humanos. Sin embargo, en medio de esa desolación, Momo, una humana, y Fine, la reina de los vampiros, forjan un vínculo muy estrecho que las llevará a intentar buscar un remedio para su mundo… y un lugar al que pertenecer de verdad, sin tanta tristeza y dolor. 

Quiero terminar este apartado con la mención de un anime de esta última temporada que me ha gustado bastante: Raven of the inner palace, una historia sobre la misteriosa Consorte Cuervo, una mujer que vive en el interior del palacio y que no tiene que rendir cuentas ante el emperador. Sus poderes, relacionados con el mundo espiritual, la ayudarán a resolver diversas cuestiones e intrigas.

De espías y demonios

Sin duda, 2022 también ha sido el año de varias adaptaciones muy esperadas por el público, entre ellas dos que han triunfado: Spy x family y Chainsaw man. Y la verdad es que he disfrutado ambas, cada una en su estilo.

Con respecto a la primera, me ha dado muy buenos ratos. ¿Cómo no tenerlos con Anya, la niña telépata de la familia falsa que conforman ella, Loid, un espía, y Yor, una asesina a sueldo? Y también con los esfuerzos de cada uno de ellos por mantener la mentira de cara a los demás. Había empezado a leer el manga antes de ver el anime, y creo que la serie es una muy buena adaptación, ya que refuerza los puntos positivos de la obra original.

Y en cuanto a la segunda… Después de haber leído Chainsaw man, tenía ganas de ver cómo trasladaban este título de Tatsuki Fujimoto a la pequeña pantalla, y, sinceramente, lo han hecho bastante bien. Me ha gustado reencontrarme con Denji, Power y los demás personajes en otro formato.

Un año de regresos

Una de las cosas que más me han gustado de 2022 ha sido poder regresar a universos ya conocidos, visitar de nuevo a sus personajes, disfrutar de sus vivencias… Algunos de los animes que más me han gustado en los últimos años han vuelto con nuevas temporadas o han continuado su emisión en 2022. Las aventuras de Tanjirô, Nezuko, Inosuke y Zenitsu en la noche de un barrio rojo por el que los demonios campan a sus anchas. Los misterios de la mansión de las sombras, el día a día de sus habitantes, la lucha de poder que se libra entre ellos. La ternura que desprende Komi-san, siempre esforzándose por hacer nuevos amigos y comunicarse mejor con ellos. El empeño de Myne por hacer libros en un mundo en el que escasean —¡yo tampoco podría vivir sin sumergirme en sus páginas!—. El camino de Inmo, un ser inmortal que siempre está aprendiendo de lo que tiene a su alrededor, con sus enemigos siempre al acecho. Los viajes de Asirpa y Sugimoto en busca de tesoro de los ainu. El París decimonónico de Vanitas y Noé, en el que los vampiros sufren a causa de una terrible maldición —os hablé un poquito del manga aquí—. Los desafíos a los que Naofumi, Raphtalia, Filo y sus amigos deben hacer frente en su vida como héroes. Los nuevos peligros que amenazan a la escuela de superhéroes U.A. y sus estudiantes. Los poderes psíquicos de Mob y los problemas que los hacen estallar. Y también las aventuras del príncipe Bojji y su inseparable Kage, la sombra. ¡A ver qué me depara 2023 en este sentido! 😊 😊

Masaaki Yuasa y la tradición japonesa

No quiero terminar esta entrada sin mencionar brevemente la última película de animación japonesa que he visto en el cine: Inu-Oh, de Masaaki Yuasa. Me encanta este director y las locuras que siempre lleva a la pequeña y a la gran pantalla, así que me moría de ganas de ver su nuevo largometraje. Tuve la suerte de que lo proyectaran durante unos días en un cine de Madrid, así que allí me fui una noche. Tenía las expectativas muy altas no solo por quién lo dirigía, sino también por algunas de las personas que habían participado en el proyecto —Taiyô Matsumoto se encargó del diseño de personajes—.

Salí de la sala bastante contenta. Es cierto que la película puede desconcertar al principio, pero, según avanza, uno se deja maravillar tanto por la historia, tan particular y loca en ciertos instantes —aunque también tenga sus momentos duros y dramáticos—, como por la animación. Hay secuencias realmente bellas. Los esfuerzos de Inu-Oh y su compañero Tomona por fundar su propia compañía de teatro de saguraku noh merecen mucho la pena.

 

Con esto termino la entrada de hoy. 😊 ¿Cuáles han sido vuestros animes favoritos de 2022? ¡Espero que hayáis disfrutado de este año de animación japonesa! Dentro de poco, tendréis también por aquí el repaso de los mangas. ¡Hasta entonces!