miércoles, 30 de diciembre de 2020

Animes 2020: ¿qué he visto este año?

Parece mentira, pero este 2020 que tan extraño ha sido por fin se acaba. Ha sido un año difícil, muy difícil… Aun así, también me ha traído cosas buenas. He escrito un montón, he trabajado en un proyecto precioso, he leído muchas cosas interesantes, he podido seguir estudiando… Y, además, he empezado este blog. 😊 Jamás pensé que Afrodita L me daría tantas alegrías como las que me ha dado a lo largo de 2020. Quiero daros las gracias a todos los que me leéis; significa mucho para mí que estéis ahí. 😊 ¡Espero seguir trabajando con la misma ilusión y ganas en 2021!

Y, como 2020 está a punto de acabarse, voy a terminar el año en el blog haciendo un pequeño repaso de los animes que he visto y los mangas que he leído. Pese a que ha sido también un año complicado tanto para la industria de la animación japonesa como para el mundo editorial, ha habido series y cómics muy interesantes y me apetecía hablar un poco de ellos en el blog. 😊

Hoy empiezo con los animes. Hace unas semanas, en el blog de Otaku Center mis compañeros y yo publicamos nuestra lista de series favoritas de 2020 teniendo en cuenta un criterio: que hubieran terminado este año. Entonces hablé de cinco animes que disfruté mucho: Eizouken ni wa te wa Dasu na!, Kakushigoto, la segunda temporada de Fruits basket, Arte y Dorohedoro. Podéis leer aquí mi opinión sobre ellos.

Sin embargo, hay otros muchos títulos que me han encantado. A todos ellos voy a dedicarles la entrada de hoy. 😊 No están en orden de preferencia y he incluido tanto series que se han estrenado en 2020 como nuevas temporadas de animes anteriores. ¡Sin más dilación, empezamos!

2020: un año de lo más variado

Si hay algo por lo que destaca la animación japonesa es por su variedad. No importa cuáles sean tus gustos y tus intereses, siempre habrá un anime para ti. Y, por supuesto, 2020 no ha sido una excepción. Los diferentes estudios nos han llevado de viaje por distintos lugares, de nuestro mundo o de otros, y nos han permitido asomarnos a la vida de un sinfín de personajes.

¿Un ejemplo? Appare-Ranman, la historia de Appare, un excéntrico inventor e ingeniero, y Kosame, un samurái, que, de repente, por una serie de sucesos, se encuentran en Estados Unidos, alejados de Japón… y sin dinero para regresar. Sin embargo, no todo está perdido: ambos deciden participar en una carrera que atraviesa el país, desde Los Ángeles hasta Nueva York. Para ello, Appare tendrá que ingeniárselas y construir su propio vehículo. Un anime divertido y emocionante en el que los protagonistas tendrán que enfrentarse a muchos retos y peligros junto con sus compañeros de competición.

Y precisamente en Los Ángeles empieza el primer arco de una de mis series favoritas del año: Great pretender. Makoto Edamura, el mejor estafador de Japón, se deja engañar por un turista que resulta no serlo: Laurent Thierry, un timador experto que termina enredándolo en sus propios planes. Y cuanto más se involucra Edamura en los asuntos de Thierry más difícil le es escapar de su influencia. Great pretender lo tiene todo: un argumento que engancha, giros de la trama que a veces no ves venir, un apartado visual increíble y unos personajes memorables a los que se les coge cariño enseguida.

Para una historia más cotidiana tenemos Yesterday wo uttate, en el que seguimos a Rikuo Uozumi, un chico que lleva una vida bastante monótona. Sus días se reducen a trabajar en una pequeña tienda de conveniencia hasta que, de pronto, aparece alguien bastante peculiar en su vida: Haru. Una chica que siempre va acompañada de un cuervo y de una amplia sonrisa, que parece dispuesta a no dejarlo en paz, por mucho que Uozumi le dé a entender que es una molestia. Pero eso no es todo: su antiguo amor, Shinako, reaparece en su vida para alterarla por completo. Yesterday wo uttate es una serie sobre lo difícil que es encontrar un camino y tomar decisiones, sobre las dudas y la felicidad. Aunque algunos personajes me generaron sentimientos encontrados, la disfruté bastante.

Pero también ha habido animes que transcurren en otros mundos. Algunos, en lugares especialmente crueles, como es el caso de Tower of god, en el que nos asomamos a la Torre. Es ahí adonde quiere ir Rachel, una chica cuyo sueño es ver las estrellas, y es ahí donde termina Bam, quien anhela estar siempre a su lado. Así que, cuando ella se marcha para cumplir con su objetivo, él la sigue y se adentra en la Torre de Dios, donde cientos de personas y criaturas luchan por llegar a la cima y conseguir el premio que les espera: la concesión de un deseo, sin importar el que sea. Tower of god es un anime trepidante en el que Bam descubrirá el lado más terrible de sus rivales, pero también encontrará aliados con quienes formará equipo. ¿Y qué decir de la sorpresa que aguarda hacia el final de la serie? Me pareció un buen giro para la historia.

Las sorpresas de 2020

Por supuesto, también he visto animes que han sido una sorpresa para mí porque me han gustado más de lo que esperaba o han resultado ser algo totalmente distinto a lo que había imaginado. Uno de ellos fue My next life as a villainess: all routes lead to doom!, una serie que empecé a ver casi por casualidad. La sinopsis me llamó la atención: una chica, tras morir, se reencarna en la villana de su juego otome favorito, Fortune Lover. Sin embargo, es consciente de que Catarina Claes no termina bien en ninguna de las rutas posibles: o bien acaba muerta, o bien exiliada y despreciada por todos. Por eso, la nueva Catarina tendrá que ingeniárselas para ganarse al resto de personajes y salvarse. Tenía mis dudas sobre este anime porque temía que fuera uno más del montón —hay bastantes series con un planteamiento similar— y, aunque tiene sus clichés, me pareció divertido y original en algunos puntos, un anime de esos que ves para pasar un rato entretenido y disfrutar. La peculiar Catarina y sus amigos me amenizaron muchas tardes durante el confinamiento.

Otra sorpresa para mí fue Deca-dence, la historia de una humanidad amenazada por unas extrañas criaturas llamadas gadolls. En ese nuevo mundo, los humanos supervivientes se han atrincherado en una fortaleza gigante y móvil, Deca-dence, y se dedican o a luchar —los gears— contra sus enemigos o a ofrecer apoyo —los tankersa los guerreros si no cuentan con las habilidades necesarias para derrotar a los gadolls. El anime sigue a Natsume, una tanker que ansía unirse a los gears, y a Kaburagi, un hombre un poco frío y malhumorado que decide ayudarla. Creo que con Deca-dence me pasó lo mismo que a otra mucha gente: vi el primer capítulo y me pareció curioso, pero fue a partir del segundo cuando la historia me atrapó de verdad. Y es que la trama da un giro totalmente inesperado que, en mi opinión, la hace aún más interesante y le da una nueva dimensión al anime. Por desgracia, tengo la sensación de que Deca-dence ha pasado un poco desapercibido. 

Y creo que algo similar le ha sucedido a Nami yo kiite kure, una serie que nos traslada al mundo de la radio. Ahí es donde acaba Minare, la protagonista, por pura casualidad. Una noche, se desahoga con un completo desconocido y le cuenta sus problemas amorosos. Lo que no sabe es que el hombre con quien habló trabaja en una estación de radio local… y que va a emitir sus confesiones al día siguiente, sin pedirle permiso. Ese es el principio de la nueva vida de Minare, que, de pronto, empezará a trabajar en la emisora con un programa bastante peculiar. Nami yo kiite kure es una locura de anime, con una protagonista excéntrica que termina envuelta en todo tipo de situaciones, y que me ha dado algunos de los ratos más divertidos del año. Os aseguro que las risas están garantizadas.

Tengo que mencionar también dos animes bastante distintos entre sí pero con un punto en común: la lucha por conseguir un sueño, por dar lo mejor de ti para alcanzar tus objetivos. Me refiero a Runway de waratte, sobre moda, y a Taisou samurai, sobre gimnasia artística. En el primero, son Chiyuki e Ikuto, una joven modelo y un aspirante a diseñador, quienes tienen que esforzarse para encontrar un hueco en el competitivo y complicado mundo de la moda. En el segundo, es Aragaki quien desea seguir luchando y compitiendo, pese a que en un primer momento se plantea retirarse de la gimnasia. Su encuentro con Leo, un personaje peculiar y bastante enigmático, lo anima a no abandonar su pasión. Las dos son series que me han dejado muy buen sabor de boca.

Una animación y un apartado visual increíbles

Además de Great pretender, hay otros animes que no solo me han gustado por su historia, sino también por su apartado visual o por las técnicas de animación. Y el primero es Somali to mori no kamisama, la historia de un gólem que decide cuidar de una niña humana en un mundo en el que estos son perseguidos. Es una serie muy tierna que nos muestra cómo se van forjando, poco a poco, lazos de familia entre los dos personajes, tan diferentes entre sí. Pero no solo eso: se trata de un anime que se disfruta, además, por los increíbles lugares en los que transcurre el día a día de Somali y el gólem, por el cuidado con el que su mundo, un mundo de fantasía lleno de imaginación y colorido, se traslada a la pantalla. También se merece una mención en este apartado Magia record: mahou shoujo Madoka Magica gaiden, un spin-off de Madoka Magica en el que se recupera la animación tan especial que caracterizaba a la serie original.

Y si hablamos de técnicas no podemos olvidarnos, por supuesto, de Bessatsu Olympia kyklos, un anime de comedia que nos traslada a la antigua Grecia y al Japón de los Juegos Olímpicos de 1964. Su protagonista, Demetrios, es un pintor de vasijas que, de repente, se ve inmerso de lleno en un conflicto entre pueblos, un problema al que no sabe cómo hacer frente. Así que, aterrado, se esconde en una vasija. Lo que no sabe es que, con ello, no conseguirá huir, sino viajar a un futuro y a un país muy lejanos. La historia de Mari Yamazaki, autora de Thermae Romae, se ha llevado a la pequeña pantalla mediante episodios muy cortos, pequeñas píldoras de humor que lo hacen perfecto para disfrutar en cualquier momento. Pero, además, destaca por su animación: en él se dan cita diferentes técnicas que se emplean para retratar, por un lado, a los griegos y, por otro, a los japoneses. Bessatsu Olympia kyklos es una de las series más curiosas de 2020 por muchas razones. ¡Algún día os hablaré con más detalle de ella en la sección de manganime y mundo clásico! 😊

Series que han continuado en 2020

2020 no ha sido solo un año de nuevos estrenos. También han llegado temporadas de animes que ya seguía y que esperaba. Además de la segunda temporada de Fruits basket, sobre la que hablo en el artículo del blog de Otaku Center, me quedo, sin duda, con la tercera de Golden Kamuy y la segunda de Honzuki no gekokujou

Golden Kamuy es un anime que me encanta: una buena trama, unos buenos personajes, pequeñas notas sobre la interesantísima cultura ainu, una pizca de humor… Así que reencontrarme con Asirpa y Sugimoto ha sido, como siempre, un placer. Esta vez, la trama se desarrolla en la isla de Sajalín, en la que los protagonistas tendrán que enfrentarse a nuevos peligros y retos mientras intentan reunirse… y resolver el enigma de las pieles tatuadas.

¿Y qué decir de Honzuki no gekokujou? Empecé a ver su primera temporada porque parecía un anime hecho para mí: una chica obsesionada con los libros que, tras morir, se reencarna en un mundo de fantasía en el que no los hay. Pero un ratón de biblioteca como ella no puede vivir sin leer, así que se las tiene que ingeniar para crear los suyos propios. Disfruté bastante de la primera temporada y tenía ganas de saber cómo continuaba la historia de Myne.

Animes que siguen en 2021

No puedo acabar la entrada sin mencionar algunos animes que han empezado este año pero que continúan el que viene. Empiezo con la nueva serie de Digimon adventure, que recupera a los niños elegidos de la infancia de muchos de nosotros para contar una historia completamente nueva, desde cero. Aunque hay algunos detalles que no terminan de convencerme, me está gustando bastante y me hace sentir nostalgia por esas tardes en las que veía a Tai, Agumon y los demás en la tele. 😊

Paso ahora a la temporada de otoño, en la que ha habido algunos estrenos muy interesantes de los que voy a destacar tres. El primero es Jujutsu kaisen, del que también estoy leyendo el manga. Y creo, sinceramente, que están haciendo un buen trabajo con la adaptación del cómic original. La historia de Yûji Itadori y sus compañeros hechiceros está bien animada, tiene un buen ritmo y cuenta con un opening y un ending que se encuentran entre mis favoritos del año.

Otro que me ha llamado mucho la atención es Yuukoku no Moriarty, como fan de Sherlock Holmes que soy. Y es que en este anime seguimos a su archienemigo, Moriarty, transformado en un «asesor del crimen» dispuesto a atender a quienquiera que necesite sus servicios. Me parece que esta nueva visión del personaje es interesante y la serie promete, así que espero impaciente la segunda parte para ver qué camino sigue la trama.

Y, por último, me quedo también con Hanyo no yashahime, la secuela de InuYasha centrada en las hijas de InuYasha y Sesshomaru. Un anime de fantasía y aventuras muy divertido, con tres protagonistas muy diferentes entre sí pero que enseguida se ganan el corazón de los espectadores. ¿Mi favorita? Moroha, sin duda.

Con esto termino la entrada de hoy. 😊 ¡Os espero mañana para hacer un repaso de mis lecturas de 2020! ¡Hasta entonces!

No hay comentarios:

Publicar un comentario