Parece
mentira, pero este 2020 que tan extraño ha sido por fin se acaba. Ha sido un
año difícil, muy difícil… Aun así, también me ha traído cosas buenas. He
escrito un montón, he trabajado en un proyecto precioso, he leído muchas cosas
interesantes, he podido seguir estudiando… Y, además, he empezado este blog. 😊 Jamás
pensé que Afrodita L me daría tantas alegrías como las que me ha dado a
lo largo de 2020. Quiero daros las gracias a todos los que me leéis; significa
mucho para mí que estéis ahí. 😊 ¡Espero seguir trabajando con la misma
ilusión y ganas en 2021!
Y, como
2020 está a punto de acabarse, voy a terminar el año en el blog haciendo un
pequeño repaso de los animes que he visto y los mangas que he leído. Pese a que
ha sido también un año complicado tanto para la industria de la animación
japonesa como para el mundo editorial, ha habido series y cómics muy
interesantes y me apetecía hablar un poco de ellos en el blog. 😊
Hoy
empiezo con los animes. Hace unas semanas, en el blog de Otaku Center mis compañeros
y yo publicamos nuestra lista de series favoritas de 2020 teniendo en cuenta un
criterio: que hubieran terminado este año. Entonces hablé de cinco animes que
disfruté mucho: Eizouken ni wa te wa Dasu na!, Kakushigoto, la
segunda temporada de Fruits basket, Arte y Dorohedoro.
Podéis leer aquí mi opinión sobre ellos.
Sin
embargo, hay otros muchos títulos que me han encantado. A todos ellos voy a
dedicarles la entrada de hoy. 😊 No están en orden de preferencia y he
incluido tanto series que se han estrenado en 2020 como nuevas temporadas de
animes anteriores. ¡Sin más dilación, empezamos!
2020: un
año de lo más variado
Si hay
algo por lo que destaca la animación japonesa es por su variedad. No importa
cuáles sean tus gustos y tus intereses, siempre habrá un anime para ti. Y, por
supuesto, 2020 no ha sido una excepción. Los diferentes estudios nos han
llevado de viaje por distintos lugares, de nuestro mundo o de otros, y nos han
permitido asomarnos a la vida de un sinfín de personajes.
¿Un
ejemplo? Appare-Ranman, la historia de Appare, un excéntrico inventor e
ingeniero, y Kosame, un samurái, que, de repente, por una serie de sucesos, se
encuentran en Estados Unidos, alejados de Japón… y sin dinero para regresar.
Sin embargo, no todo está perdido: ambos deciden participar en una carrera que
atraviesa el país, desde Los Ángeles hasta Nueva York. Para ello, Appare tendrá
que ingeniárselas y construir su propio vehículo. Un anime divertido y
emocionante en el que los protagonistas tendrán que enfrentarse a muchos retos
y peligros junto con sus compañeros de competición.
Y precisamente en Los Ángeles empieza el primer arco de una de mis series favoritas del año: Great pretender. Makoto Edamura, el mejor estafador de Japón, se deja engañar por un turista que resulta no serlo: Laurent Thierry, un timador experto que termina enredándolo en sus propios planes. Y cuanto más se involucra Edamura en los asuntos de Thierry más difícil le es escapar de su influencia. Great pretender lo tiene todo: un argumento que engancha, giros de la trama que a veces no ves venir, un apartado visual increíble y unos personajes memorables a los que se les coge cariño enseguida.
Para una historia más cotidiana tenemos Yesterday wo uttate, en el que seguimos a Rikuo Uozumi, un chico que lleva una vida bastante monótona. Sus días se reducen a trabajar en una pequeña tienda de conveniencia hasta que, de pronto, aparece alguien bastante peculiar en su vida: Haru. Una chica que siempre va acompañada de un cuervo y de una amplia sonrisa, que parece dispuesta a no dejarlo en paz, por mucho que Uozumi le dé a entender que es una molestia. Pero eso no es todo: su antiguo amor, Shinako, reaparece en su vida para alterarla por completo. Yesterday wo uttate es una serie sobre lo difícil que es encontrar un camino y tomar decisiones, sobre las dudas y la felicidad. Aunque algunos personajes me generaron sentimientos encontrados, la disfruté bastante.
Pero
también ha habido animes que transcurren en otros mundos. Algunos, en lugares
especialmente crueles, como es el caso de Tower of god, en el que nos
asomamos a la Torre. Es ahí adonde quiere ir Rachel, una chica cuyo sueño es
ver las estrellas, y es ahí donde termina Bam, quien anhela estar siempre a su
lado. Así que, cuando ella se marcha para cumplir con su objetivo, él la sigue
y se adentra en la Torre de Dios, donde cientos de personas y criaturas luchan
por llegar a la cima y conseguir el premio que les espera: la concesión de un
deseo, sin importar el que sea. Tower of god es un anime trepidante en
el que Bam descubrirá el lado más terrible de sus rivales, pero también
encontrará aliados con quienes formará equipo. ¿Y qué decir de la sorpresa que
aguarda hacia el final de la serie? Me pareció un buen giro para la historia.
Las
sorpresas de 2020
Por
supuesto, también he visto animes que han sido una sorpresa para mí porque me
han gustado más de lo que esperaba o han resultado ser algo totalmente distinto
a lo que había imaginado. Uno de ellos fue My next life as a villainess: all
routes lead to doom!, una serie que empecé a ver casi por casualidad. La
sinopsis me llamó la atención: una chica, tras morir, se reencarna en la
villana de su juego otome favorito, Fortune Lover. Sin embargo, es
consciente de que Catarina Claes no termina bien en ninguna de las rutas
posibles: o bien acaba muerta, o bien exiliada y despreciada por todos. Por
eso, la nueva Catarina tendrá que ingeniárselas para ganarse al resto de
personajes y salvarse. Tenía mis dudas sobre este anime porque temía que fuera
uno más del montón —hay bastantes series con un planteamiento similar— y,
aunque tiene sus clichés, me pareció divertido y original en algunos puntos, un
anime de esos que ves para pasar un rato entretenido y disfrutar. La peculiar Catarina
y sus amigos me amenizaron muchas tardes durante el confinamiento.
Otra
sorpresa para mí fue Deca-dence, la historia de una humanidad amenazada
por unas extrañas criaturas llamadas gadolls. En ese nuevo mundo, los humanos supervivientes
se han atrincherado en una fortaleza gigante y móvil, Deca-dence, y se dedican
o a luchar —los gears— contra sus enemigos o a ofrecer apoyo —los tankers—a los
guerreros si no cuentan con las habilidades necesarias para derrotar a los gadolls.
El anime sigue a Natsume, una tanker que ansía unirse a los gears, y a
Kaburagi, un hombre un poco frío y malhumorado que decide ayudarla. Creo que
con Deca-dence me pasó lo mismo que a otra mucha gente: vi el primer
capítulo y me pareció curioso, pero fue a partir del segundo cuando la historia
me atrapó de verdad. Y es que la trama da un giro totalmente inesperado que, en
mi opinión, la hace aún más interesante y le da una nueva dimensión al anime.
Por desgracia, tengo la sensación de que Deca-dence ha pasado un poco
desapercibido.
Y creo
que algo similar le ha sucedido a Nami yo kiite kure, una serie que nos
traslada al mundo de la radio. Ahí es donde acaba Minare, la protagonista, por
pura casualidad. Una noche, se desahoga con un completo desconocido y le cuenta
sus problemas amorosos. Lo que no sabe es que el hombre con quien habló trabaja
en una estación de radio local… y que va a emitir sus confesiones al día
siguiente, sin pedirle permiso. Ese es el principio de la nueva vida de Minare,
que, de pronto, empezará a trabajar en la emisora con un programa bastante
peculiar. Nami yo kiite kure es una locura de anime, con una
protagonista excéntrica que termina envuelta en todo tipo de situaciones, y que
me ha dado algunos de los ratos más divertidos del año. Os aseguro que las
risas están garantizadas.
Tengo
que mencionar también dos animes bastante distintos entre sí pero con un punto
en común: la lucha por conseguir un sueño, por dar lo mejor de ti para alcanzar
tus objetivos. Me refiero a Runway de waratte, sobre moda, y a Taisou
samurai, sobre gimnasia artística. En el primero, son Chiyuki e Ikuto, una
joven modelo y un aspirante a diseñador, quienes tienen que esforzarse para
encontrar un hueco en el competitivo y complicado mundo de la moda. En el
segundo, es Aragaki quien desea seguir luchando y compitiendo, pese a que en un
primer momento se plantea retirarse de la gimnasia. Su encuentro con Leo, un
personaje peculiar y bastante enigmático, lo anima a no abandonar su pasión. Las
dos son series que me han dejado muy buen sabor de boca.
Una
animación y un apartado visual increíbles
Además
de Great pretender, hay otros animes que no solo me han gustado por su
historia, sino también por su apartado visual o por las técnicas de animación.
Y el primero es Somali to mori no kamisama, la historia de un gólem que
decide cuidar de una niña humana en un mundo en el que estos son perseguidos.
Es una serie muy tierna que nos muestra cómo se van forjando, poco a poco, lazos
de familia entre los dos personajes, tan diferentes entre sí. Pero no solo eso:
se trata de un anime que se disfruta, además, por los increíbles lugares en los
que transcurre el día a día de Somali y el gólem, por el cuidado con el que su
mundo, un mundo de fantasía lleno de imaginación y colorido, se traslada a la
pantalla. También se merece una mención en este apartado Magia record: mahou
shoujo Madoka Magica gaiden, un spin-off de Madoka Magica en
el que se recupera la animación tan especial que caracterizaba a la serie original.
Y si
hablamos de técnicas no podemos olvidarnos, por supuesto, de Bessatsu Olympia
kyklos, un anime de comedia que nos traslada a la antigua Grecia y al Japón
de los Juegos Olímpicos de 1964. Su protagonista, Demetrios, es un pintor de
vasijas que, de repente, se ve inmerso de lleno en un conflicto entre pueblos,
un problema al que no sabe cómo hacer frente. Así que, aterrado, se esconde en
una vasija. Lo que no sabe es que, con ello, no conseguirá huir, sino viajar a
un futuro y a un país muy lejanos. La historia de Mari Yamazaki, autora de Thermae
Romae, se ha llevado a la pequeña pantalla mediante episodios muy cortos,
pequeñas píldoras de humor que lo hacen perfecto para disfrutar en cualquier
momento. Pero, además, destaca por su animación: en él se dan cita diferentes
técnicas que se emplean para retratar, por un lado, a los griegos y, por otro,
a los japoneses. Bessatsu Olympia kyklos es una de las series más
curiosas de 2020 por muchas razones. ¡Algún día os hablaré con más detalle de
ella en la sección de manganime y mundo clásico! 😊
Series
que han continuado en 2020
2020 no
ha sido solo un año de nuevos estrenos. También han llegado temporadas de animes
que ya seguía y que esperaba. Además de la segunda temporada de Fruits
basket, sobre la que hablo en el artículo del blog de Otaku Center, me
quedo, sin duda, con la tercera de Golden Kamuy y la segunda de Honzuki
no gekokujou.
Golden Kamuy es un
anime que me encanta: una buena trama, unos buenos personajes, pequeñas notas
sobre la interesantísima cultura ainu, una pizca de humor… Así que
reencontrarme con Asirpa y Sugimoto ha sido, como siempre, un placer. Esta vez,
la trama se desarrolla en la isla de Sajalín, en la que los protagonistas tendrán
que enfrentarse a nuevos peligros y retos mientras intentan reunirse… y
resolver el enigma de las pieles tatuadas.
¿Y qué
decir de Honzuki no gekokujou? Empecé a ver su primera temporada porque
parecía un anime hecho para mí: una chica obsesionada con los libros que, tras
morir, se reencarna en un mundo de fantasía en el que no los hay. Pero un ratón
de biblioteca como ella no puede vivir sin leer, así que se las tiene que
ingeniar para crear los suyos propios. Disfruté bastante de la primera
temporada y tenía ganas de saber cómo continuaba la historia de Myne.
Animes
que siguen en 2021
No puedo
acabar la entrada sin mencionar algunos animes que han empezado este año pero
que continúan el que viene. Empiezo con la nueva serie de Digimon adventure,
que recupera a los niños elegidos de la infancia de muchos de nosotros para
contar una historia completamente nueva, desde cero. Aunque hay algunos
detalles que no terminan de convencerme, me está gustando bastante y me hace
sentir nostalgia por esas tardes en las que veía a Tai, Agumon y los demás en
la tele. 😊
Paso
ahora a la temporada de otoño, en la que ha habido algunos estrenos muy
interesantes de los que voy a destacar tres. El primero es Jujutsu kaisen,
del que también estoy leyendo el manga. Y creo, sinceramente, que están
haciendo un buen trabajo con la adaptación del cómic original. La historia de
Yûji Itadori y sus compañeros hechiceros está bien animada, tiene un buen ritmo
y cuenta con un opening y un ending que se encuentran entre mis
favoritos del año.
Y, por
último, me quedo también con Hanyo no yashahime, la secuela de InuYasha
centrada en las hijas de InuYasha y Sesshomaru. Un anime de fantasía y
aventuras muy divertido, con tres protagonistas muy diferentes entre sí pero
que enseguida se ganan el corazón de los espectadores. ¿Mi favorita? Moroha,
sin duda.
Con esto termino la entrada de hoy. 😊 ¡Os espero mañana para hacer un repaso de mis lecturas de 2020! ¡Hasta entonces!
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