martes, 21 de septiembre de 2021

Reseña: Blissful land

Desde que se anunció el año pasado, tuve claro que Blissful land iba a venirse a mi biblioteca. Personalmente, disfruto mucho de este tipo de mangas —historias tranquilas, de vida cotidiana; son varios los slice of life que tengo en las estanterías— y, además, se trataba de una serie corta. Así que me animé a comprarlo cuando Milky Way sacó el primer tomo. Sin embargo, me pasó lo que muchas veces: se me van acumulando lecturas, por lo que decidí esperar a que saliese entero para leerlo de un tirón. Hace poco que lo terminé y ya puedo decir que se trata de una de las historias más dulces que he leído últimamente. 🤗 Y, como siempre que me ocurre cuando me encuentro con una obra que me encanta, quise dedicarle una entrada en el blog. En la reseña de hoy, nos vamos al Tíbet para conocer a Kan Shiba y Lati Moshi. 😊

Cambios, cambios, cambios…

© Ichimon Izumi 2018.

Kan Shiba lleva una vida tranquila en un pequeño pueblo del Tíbet. El muchacho, un aprendiz de médico de trece años, dedica sus días a recoger plantas medicinales —su pasión— y a ayudar a su familia. No hay muchos sobresaltos, a excepción de los problemas que tienen sus pacientes y que él intenta solucionar con una sonrisa y palabras amables. Sin embargo, un día llegan a la aldea unos vendedores ambulantes acompañados de una bella muchacha, Lati Moshi. Kan Shiba enseguida se da cuenta de que se trata de una novia que se dirige al encuentro de su nueva familia. Sin embargo, las cosas no son como se imagina… Porque los mercaderes terminan alojándose en su casa y, cuando emprenden el viaje de nuevo, dejan a Lati en su hogar. Es entonces cuando Kan Shiba descubre que la chica es su futura esposa y que se quedará con él hasta que se celebre la boda, aunque todavía falta un tiempo.

Blissful land es una historia muy dulce sobre un amor que va avanzando poco a poco, a medida que los dos protagonistas se conocen y empiezan a pasar tiempo juntos. Ichimon Izumi nos permite asomarnos a su vida diaria para mostrarnos sus preocupaciones, sus dudas, sus pequeños momentos de felicidad…  Nosotros, como lectores, disfrutamos de cada paso que van dando. Blissful land es un manga muy bonito que destila calidez y ternura.

Un nuevo camino

© Ichimon Izumi 2018.

Con la llegada de Lati al pueblo, ella y Kan Shiba empiezan una nueva vida juntos. La muchacha tiene que quedarse allí mucho antes de la boda porque su familia no podía llevarla hasta la aldea en otro momento, pero esa es una buenísima oportunidad para que se acostumbre a las tradiciones y el ambiente de su nuevo hogar. Y no solo eso: además, le permite conocer a quien será su marido. Sus gustos, su rutina, su forma de ser… Lo mismo le sucede a Kan Shiba. A lo largo de los cinco tomos de los que se compone el manga, Ichimon Izumi nos muestra cómo se desenvuelven en las diferentes tareas que se les presentan cada día, desde ir a buscar hierbas medicinales y atender a los pacientes hasta cocinar un plato nuevo o apacentar el ganado. Son esos quehaceres los que hacen aflorar la verdadera personalidad de los protagonistas: la pasión de Kan Shiba por su oficio y su bondad natural, la dulzura y el amor por los tintes de Lati. Poco a poco, van descubriendo que tienen más cosas en común de las que imaginaban y van construyendo una preciosa relación basada en el respeto y la preocupación por el otro.

© Ichimon Izumi 2018.

Sin embargo, el manga no nos habla exclusivamente de ellos: en los diferentes episodios, Ichimon Izumi también nos permite conocer a los personajes secundarios que los rodean. Pema, la inquieta hermana de Kan Shiba. Derek Kando, su padre y médico del pueblo. Nima Dorkar, su madre. Y también a sus pacientes y sus amigos, cada uno con su personalidad y su historia. Blissful land se centra en la relación entre Kan Shiba y Lati, sí, pero también es un mosaico conformado por otros personajes y sus circunstancias particulares, que influyen de una forma u otra en la cotidianeidad de los protagonistas. Ese es uno de los puntos que más me gustan del manga.

Blissful land no es una obra de ritmo trepidante, con giros sorprendentes, pero no le hace falta. Kan Shiba, Lati y todos los demás son lo suficientemente interesantes como para que nos preguntemos más sobre ellos. Queremos saber cómo va a evolucionar la relación de los dos protagonistas, de qué forma Kan Shiba conseguirá curar a los enfermos, a quién conocerán en el siguiente episodio.

Un viaje al Tíbet: el dibujo de Ichimon Izumi

© Ichimon Izumi 2018.

Blissful land no es solo un viaje emocional que hacemos en compañía de Lati, Kan Shiba y sus amigos y familiares. Ichimon Izumi también nos lleva a un lugar y una época muy lejanos, el Tíbet del siglo XVIII, y nos hace adentrarnos en una cultura poco conocida para nosotros, pero no por ello menos fascinante. En las páginas del manga, quedan retratados los paisajes de la región, los vestidos que llevan sus habitantes, las costumbres que rigen su día a día, los platos de los que disfrutan, los medicamentos utilizados por Kan Shiba… Todo con bastante detalle. Blissful land nos cuenta una historia preciosa con un dibujo igualmente bonito que nos permite asomarnos a la vida de una aldea tibetana. Y, por si nos queda alguna duda, al final de cada tomo se incluye una breve sección en la que se explican con mayor profundidad los aspectos de la cultura del Tíbet que se reflejan en la historia.

© Ichimon Izumi 2018.

Eso sí, aunque hace gala de un estilo detallado y preciosista, Ichimon Izumi se permite, de vez en cuando, cambiar el dibujo, sobre todo en lo que respecta a sus personajes. Cuando quiere darle una nota de humor a la historia, los dota de expresiones más sencillas y caricaturescas, de tal forma que el estilo acompaña a la situación. 

¡Hasta aquí la reseña de hoy! 😊 Espero que os haya gustado y que disfrutéis de Blissful land si os animáis a leerlo. Por mi parte, os espero la semana que viene con la última entrada sobre manganime y mundo clásico del mes. ¡Hasta entonces! 😊 ¡Muchas gracias por pasaros por aquí!


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