viernes, 31 de diciembre de 2021

Manga 2021: ¿qué he leído este año?

Como os comenté en la entrada de ayer, 2021 ha sido muy bueno en cuanto a lecturas. Creo que este es el año que más manga he leído y he tenido la suerte de encontrarme con títulos que me han encantado. Además, he reducido un poco la pila de pendientes… pero solo un poco. 😅 Han venido más tomos a invadir mis estanterías… ¡y 2022 parece también muy prometedor por las novedades que se van a publicar!

Pero ahora no voy a centrarme en lo que viene, sino en lo que he disfrutado este año. A lo largo de 2021, ya os he hablado de algunos títulos:  El pueblo de arena y escamas azules, Los gatos del Louvre, El clan de los Poe, El diario gatuno de Junji Ito, Tokyo goodbye, El secreto de Madoka, Héroes, Una sonrisa hasta el fin del mundo, Bajo el cielo azul de Lorient, Ayako, Blissful land, Relatos terroríficos y Goodbye, my rose garden. Tenéis todas las entradas al respecto en el apartado de Reseñas.

En la entrada de hoy, quiero repasar otros muchos mangas que he leído en 2021 y que me han gustado, por unos motivos u otros. No voy a limitarme solo a los títulos que se han publicado este año porque me apetece hablar, al igual que en 2020, de las lecturas que me han acompañado en 2021, independientemente de cuándo salieron. También voy a incluir algunas series abiertas que me parecen sugerentes, aunque mi opinión sobre ellas pueda cambiar en el futuro. Dicho esto, ¡vamos allá! 🤗

Las sorpresas de 2021

Al igual que en la entrada sobre los animes de este año, me apetece empezar hablando de esos mangas que han logrado sorprenderme para bien. Con el tiempo, he aprendido a seleccionar mis lecturas en general, y eso me ayuda también con el cómic japonés. Habitualmente, los tomos que compro me gustan porque su argumento se ajusta a lo que me interesa, conozco a los autores… Ahora mismo, mi instinto suele funcionar bastante bien y por eso rara vez me llevo decepciones. Pero hay algunas obras que superan mis expectativas.

La primera de 2021 ha sido Mars, de Fuyumi Soryo. Aprovechando que tenía Kindle Unlimited, leí la serie completa en inglés a principios de año. La relación entre Kira, una chica tímida e inocente cuya pasión es el dibujo, y Rei, un estudiante rebelde por el que todas sus compañeras suspiran, se vuelve más interesante y profunda a medida que avanza la trama y se van desvelando secretos relacionados con ambos personajes… Arechi la ha anunciado en español para el año que viene y, sin lugar a dudas, quiero que forme parte de mi colección. Además, me encantaría dedicarle una entrada en el blog en el futuro. ¡Espero no tardar en hacerlo!

Continúo con Rastros de sangre. Shuzo Oshimi es un mangaka que me resulta fascinante, tanto por su estilo de dibujo como para las historias tan retorcidas que plasma en sus viñetas. Lo conocí con Las flores del mal y, desde entonces, he leído más de sus títulos. En 2021, empecé Rastros de sangre, que tenía pendiente desde hacía tiempo… y me dejó sin palabras. Es increíble la capacidad que tiene el autor para llevar la obsesión a sus límites más terribles y asfixiantes. Porque eso es lo que le sucede a Seiko con su hijo: lo sobreprotege en exceso y hace lo imposible para que no se aleje de ella. Aun así, todo lo que pueda decir al respecto se queda corto: es mejor que lo leáis si no lo habéis hecho.

Pero Rastros de sangre no es la única obra de Oshimi que he empezado este año: también le he hincado el diente —y perdonad el chiste malo— a Happiness, su manga de vampiros. ¡Ya falta poco para que se publique completo en español!

Otro manga que me ha sorprendido gratamente ha sido Your lie in April. Como os comenté en la entrada de ayer, empecé a leerlo porque me lo habían recomendado y me encontré con una historia increíble sobre el amor, la amistad, los traumas y la capacidad de superación. Además, está vinculada con el mundo de la música: no podía pedir más. Es increíble cómo Naoshi Arakawa consigue que sus viñetas tengan sonido con tan solo sus trazos: mientras leía, podía escuchar el piano de Kôsei y el violín de Kaori.

El siguiente título del que quiero hablar es Arte. Su anime fue uno de mis favoritos del año pasado, así que no podía esperar a leer el manga. ¡Y me encanta! Arte es una protagonista fuerte, que no se rinde aunque los obstáculos que se le ponen delante parezcan imposibles de superar, y sus esfuerzos y pequeñas alegrías hacen que quieras continuar leyendo para ver hasta dónde es capaz de llegar. Tengo ganas de viajar de nuevo a la Italia renacentista en su compañía y la del resto de personajes que completan el elenco de la obra.

Termino este apartado con un manga del que solo ha salido un tomo, pero que promete tanto por el tema tan interesante que trata como por el dibujo: La verdad sobre las brujas, de Ebishi Maki. La historia se centra en la Europa del siglo xvi y la brujería para hablarnos de los prejuicios y el peligro de las supersticiones. Si la historia sigue en la misma línea, es probable que os hable de ella con más profundidad en el futuro. 😉

Historias para disfrutar en pequeñas dosis

Me encantan los tomos únicos. A veces, si tengo poco tiempo para leer por cuestiones de trabajo, prefiero historias cortas en vez de series de decenas de tomos. En 2021, se han publicado títulos bastante llamativos, entre ellos, Sakuran, de Moyoco Anno, que nos permite asomarnos al mundo de las geishas y los barrios de placer, el ambiente en el que transcurre esta historia de amor y desamor, de sueños y decepciones.

En segundo lugar, tengo que mencionar, sin duda, La amiga de mi hermana, un yuri que se construye a través de una historia coral, con varios puntos de vista, para hablarnos del amor, los miedos y cómo desarrollamos nuestras relaciones a partir de nuestras inseguridades y lo que se espera de nosotros. Además, el dibujo de Battan es precioso.

Pero si hay un tomo único que de verdad me ha removido por dentro ese ha sido My broken Mariko, de Hirako Waka. Había leído muchas reseñas que lo ponían por las nubes, así que, cuando Milky Way anunció su publicación en España, no dudé en hacerme con él. Es cierto que se trata de una historia muy dura —al fin y al cabo, la autora nos habla sin tapujos, aunque sin perder la sensibilidad, de temas tan complicados como los abusos o el suicidio—, pero merece mucho la pena.

También ha habido lugar, por supuesto, para el manga de terror. Y es que este año ECC ha publicado varias obras de Mimika Ito. Yo he podido leer Una mirada misteriosa, en la que la autora recoge varias de sus experiencias paranormales, a cuál más inquietante. Ella concibe el terror como algo que convive con nosotros en nuestra cotidianeidad y eso es lo que me hizo sumergirme de verdad en sus historias: no hay límite entre nuestro mundo y el más allá.

Por otro lado, en 2021 he disfrutado de tomos únicos de algunos de mis mangakas favoritos, empezando por Nagabe. He releído varias de sus obras este año, pero también les he dado una oportunidad a otras que tenía pendientes, como Amores insólitos. En él, el autor nos cuenta varias historias de amor entre niños y criaturas no humanas, de ahí el título. Además, me he dejado sorprender por Shintaro Kago y Anamorfosis, un perturbador tomo único en el que el autor vuelve hacer gala de ese humor negro que lo caracteriza. Y, como me había quedado con ganas de más después de terminar Guardianes de la noche, devoré las Historias cortas de Koyoharu Gotouge. ¡Algunas tienen un punto de partida muy interesante!

Clásicos y más clásicos

Me reafirmo en lo que dije el año pasado: me alegra mucho que las editoriales estén apostando por autores y obras clásicas, más o menos recientes. Este año, las estanterías de las tiendas se han vuelto a llenar de títulos de grandes mangakas, de obras fundamentales para el desarrollo del cómic y la cultura popular japonesa. También ha habido lugar, por supuesto, para algunos títulos alternativos de la revista Garo.

Empiezo con una licencia que jamás habría pensado que vería en España, al menos tan pronto, y que me hizo mucha ilusión cuando se anunció: Kamen rider. Ooso Cómics decidió apostar por esta obra tan importante dentro de la producción de Shôtarô Ishinomori, y ahora ya podemos disfrutarla al completo. Aventuras, acción, monstruos… Es una obra trepidante y muy entretenida de la que también me gustaría hablar en el futuro —¡se me acumulan los mangas para el blog!—.

Otro manga que me ha gustado bastante es Miriam Blue. Arechi sigue apostando por el shôjo clásico, ¡y espero que sigan así! En este caso, tenemos una historia de amor y enredo en la que los secretos son un ingrediente importante. Y es que el día que Miriam conoce a un chico guapo en el largo cerca de su casa su vida cambia por completo y se llena de dudas y preguntas.

Por su parte, Satori sigue ampliando su catálogo de cómic japonés con obras interesantísimas de grandes autores. Tengo pendiente Queen Emeraldas, así que aún no puedo hablar de ella, pero sí de Yuko y Oen, de Ryoichi Ikegami, dos volúmenes en los que se recogen varias historias cortas. Si el primero se centra en el deseo, el erotismo, la obsesión y la perversión, el segundo nos muestra venganzas, rencor, ira, injusticia y desesperanza, todo con el impresionante dibujo de Ikegami. Pero este no es el único título destacable: en Los locos del gekiga, de Masahiko Matsumoto, se nos cuenta la historia de este tipo de manga, que tan fundamental fue en la historia del cómic japonés.

Me queda una última obra que mencionar: Polen dorado, de Seiichi Hayashi. Gallo Nero sigue publicando a autores de la revista Garo, con esos mangas tan experimentales e interesantes. En este tomo, se dan cita historias realistas sobre las relaciones humanas y su lado más difícil y otras con elementos fantásticos en las que se fusionan la tradición japonesa y la cultura popular.


El final del viaje

En 2021 han terminado varios títulos que han sido importantes para mí como lectora, ya sea porque me han hecho pasar muy buenos ratos o encariñarme con los personajes, ya sea porque contaban una historia diferente, mágica. Hay otros también que están a punto de acabar, así que toca despedirse de autores y obras que me han acompañado durante años.

La primera es The promised Neverland. Cuando Norma la anunció, yo llevaba un tiempo esperándola porque había visto los dibujos de Posuka Demizu y me habían llamado la atención. El manga me ganó con el primer tomo y desde entonces fui siguiéndolo poco a poco, según se iba publicando, aguardando con impaciencia a que saliese el siguiente volumen. Emma, Ray y Norman, cada uno con sus peculiaridades, me conquistaron. También el mundo en el que viven: a medida que se van desvelando secretos, quieres saber más. Si bien es cierto que el tramo final es más apresurado que los primeros tomos y tiene algunos detalles que no me terminan de convencer, en conjunto he disfrutado de The promised Neverland y me ha dado pena que se terminara.

Lo mismo me ha sucedido con Kimetsu no yaiba, Guardianes de la noche. Es cierto que tiene muchos elementos típicos de esta clase de historias, pero creo que Koyoharu Gotouge ha sabido darle un toque personal a su manga desarrollando unos personajes con los que empatizas, enemigos incluidos, y que son más de lo que parece al principio. Como no lo seguí por Manga Plus, sino que iba comprando los tomos según salían, hice lo posible por no leer nada sobre su final: lo único que sabía es que no todo el mundo estaba satisfecho. A mí, sin embargo, me gustó y, en general, me pareció justo para los personajes.

Otro manga que también ha terminado este año en el mercado español es La pequeña forastera, una preciosa obra de Nagabe. Esta historia de fantasía sobre extrañas criaturas, maldiciones, miedos y prejuicios es una de mis favoritas. Está llena de magia y el estilo de su autor le da un toque muy especial. He disfrutado y me he emocionado con Shiva y el Doctor: su día a día, los peligros que les han salido al paso, su relación con otros personajes, su vida llena de misterios…

Me queda por mencionar un manga que está a las puertas de su final en España: Beastars. Milky Way acaba de publicar el tomo 21 y en febrero del año que viene tocará despedirse de Legoshi, Hal, Rouis y el resto. Beastars me llamó la atención desde el momento en que lo anunció la editorial asturiana y enseguida se coló entre mis mangas favoritos. No es para menos: Paru Itagaki ha conseguido escribir y dibujar una obra emocionante en la que plantea cuestiones de mucho interés. Puede que a la historia le quede ya muy poco, pero sus personajes se quedarán conmigo. ¡Y siempre me quedarán las relecturas!


Emociones a flor de piel

Termino esta entrada con dos mangas repletos de acción que me han hecho pasar ratos muy entretenidos: Shaman king y Tokyo revengers. En lo que respecta al primero, aprovechando que iba a estrenarse una nueva versión del anime, quise leerlo para conocer a los personajes y hacerme una idea de la historia. Me divertí un montón con las aventuras de Yoh Asakura y sus compañeros y el Shaman Fight. Tokyo revengers, por su parte, me enganchó igual que lo hizo su anime. Aunque aún faltan algunos tomos para saber cómo continúa la historia, me ha encantado rememorar los primeros pasos de Takemichi en su intento por cambiar el pasado y salvar a su novia de la adolescencia.



 

Como siempre, a estas lecturas tengo que sumar las continuaciones de las series que llevo al día: Réquiem por el rey de la rosa —que cada vez está más interesante—, Cells at work!, Jigokuraku

Ahora sí, termino la entrada de hoy. 😊 Solo me queda desearos un feliz año 2022. ¡Espero que os traiga muchas cosas buenas! Y muchas gracias por seguir ahí en 2021. 🥰


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