Mari Yamazaki
es ya una autora habitual en Afrodita L, ¡y con razón! Como sabéis,
muchas de sus obras tienen sus raíces en la Antigüedad clásica. Os he hablado
en un par de ocasiones sobre Thermae Romae, su papel como enlace entre
la Roma del pasado y el Japón del presente y la forma en que Yamazaki adapta la literatura grecolatina para insertarla en la vida de sus personajes. En la
entrada de hoy, sin embargo, voy a centrarme en otro de sus títulos: Plinivs,
que dibuja en colaboración con Tori Miki. Los tres primeros volúmenes nos han
llegado a España de la mano de Ponent Mon.
Plinivs trata
sobre la figura de Plinio el Viejo, autor de la Historia natural, una
importantísima obra enciclopédica. A través de sus viñetas, Mari Yamazaki y Tori
Miki se atreven a reimaginar la vida cotidiana de este personaje y nos hacen
adentrarnos de lleno en la Roma de Nerón, mostrándonos el día a día de la gente
más humilde, las intrigas de palacio… Pero no solo eso: también aderezan su
historia con ciertos pasajes de la Historia natural. En la entrada de
hoy quiero hablaros sobre el capítulo cuatro del manga y cómo se integra en él
el libro ix de la obra original . 😊 Voy a hablar sobre él en detalle,
así que, si no habéis leído Plinivs y tenéis intención de
hacerlo, podéis volver al artículo más tarde. 🤗
La Historia
natural: una enciclopedia del mundo antiguo
Edición de la Historia natural (siglo XVII) |
Antes de
nada, para poneros en antecedentes, me gustaría hacer una breve introducción sobre Plinio el Viejo,
calificado por otros autores grecolatinos como el hombre más sabio de su
tiempo, y sobre su Historia natural. Realmente,
poco se sabe con certeza de esta figura más allá de cuándo y dónde nació,
cuándo murió y que fue un hombre muy activo, tanto por su carrera política como
por su labor de hombre de letras. Contamos con muy pocos testimonios, por lo
que hay varios aspectos de su vida en los que los estudiosos discrepan. Mari
Yamazaki, de hecho, afirma que esta indefinición le dio mucha libertad a la
hora de imaginarse a Plinio y plasmarlo en su manga. Lo que sí sabemos, entre
otras cosas, es que perteneció al orden ecuestre —que participaba en política y
en la gestión del imperio—, cumplió con su servicio militar, ejerció como
funcionario, administrador y almirante y fue autor de obras de diversa índole: escritos
sobre técnica militar, biografías, textos históricos, tratados de retórica y
gramática… y, por supuesto, su Historia natural, la única que hoy
conservamos.
Esta
obra consta de treinta y siete libros, nada menos, y por eso es tan importante:
por muchos errores que se le hayan achacado a posteriori, Plinio recogió
información valiosísima sobre la visión del mundo que se tenía en su época,
además de anécdotas y noticias. Pretendía escribir un texto en el que tuviera
cabida todo aquello que perteneciese a la cultura enciclopédica de acuerdo con los
griegos. Además, buscaba que fuera de utilidad para todo el mundo. Así lo
expresa él mismo en el prefacio de la Historia natural. Para escribirla,
utilizó numerosas fuentes, que cita a lo largo de la obra y con las que muestra
acuerdo o desacuerdo. Los temas que trata son muy variados: astronomía,
geografía, antropología, psicología, zoología, botánica, medicina mineralogía…
¡Vamos, un poco de todo dentro de las disciplinas científicas! En la entrada de
hoy, como os he dicho, voy a centrarme sobre todo en el libro ix, que Plinio dedica a los animales marinos.
Criaturas
del fondo del mar
© Mari Yamazaki, Tori Miki 2014. |
Cuando
supe de la existencia de Plinivs, me pregunté lo siguiente: ¿cómo
trasladan Mari Yamazaki y Tori Miki la Historia natural a su manga? Se
trata de un texto diferente a los que se suelen adaptar, en cierto sentido.
Pues bien, lo hacen de la siguiente forma: introducen a Plinio en un contexto
concreto que le permita hacer disertaciones sobre los temas de su enciclopedia.
Eso es lo que sucede, por supuesto, con el libro ix.
El marco
narrativo es el siguiente: Plinio, Félix —el soldado que siempre lo acompaña— y
Eukles —su nuevo escribiente— se encuentran en Catia, al lado del mar, y pasean
tranquilamente por la ciudad. Allí se fijan en los productos que los pescadores
venden en el mercado, sobre los que nuestro naturalista reflexiona, ya sea para
ofrecer datos al respecto, ya sea para contar una anécdota. Y, cuando uno lee
la Historia natural, se da cuenta de que parte de la información que se
incluye en ella aparece, de una forma u otra, en el manga.
Empecemos,
por ejemplo, con los atunes. Plinio el Viejo, cuando habla sobre los peces, nos
dice lo siguiente sobre ellos:
Praecipua magnitudine thynni. Invenimus
talenta xv pependisse, eiusdem caudae latitudinem duo cubita et palmum. (Plin. HN. IX, 17). |
Los atunes son los de mayor tamaño.
Encontramos uno que pesaba quince talentos, y la anchura de su cola era de
dos codos y un palmo. |
En efecto, los personajes del manga ven un atún en el mercado y aluden a este pasaje a su manera: se asombran por su tamaño e incluso discuten sobre sus dimensiones —por ejemplo, algunos pescadores han oído historias sobre atunes enormes, otros han logrado atraparlos—. Pero la cosa no termina ahí. Un poco más adelante, Plinio indica cuáles son las partes más ricas de este tipo de pez:
Hi
membratim caesi cervice et abdomine commendantur atque clidio, recenti
dumtaxat […] (Plin. HN. IX, 18). |
Una vez cortados pieza por pieza, se
recomiendan su cerviz, su ventresca y su gaznate, siempre y cuando estén
frescos. |
© Mari Yamazaki, Tori Miki 2014. |
Son las
mismas que el Plinio del manga les pide a los pescadores para probarlas,
siguiendo su consejo. Por suerte, y pese a que desde Roma se requiere su
presencia urgentemente, le da tiempo a degustar el atún.
Trasladar
a viñetas pasajes de una obra como la Historia natural es muy
complicado. Muchas veces, lo que Plinio nos ofrece son datos, más o menos
científicos, sobre el tema que esté tratando —en
el caso del libro ix, tamaño,
hábitat, forma de reproducción, alimentación, respiración…, de los animales
marinos—. Creo que integrarlos en una conversación y dentro de un contexto
concreto es una forma muy inteligente de transmitir el texto original: por un
lado, permite contar una historia y desarrollar un argumento, tenga el ritmo
que tenga; por otro, puede suscitar el interés de los lectores y dirigirlos
hacia la obra de Plinio el Viejo. Así, el manga cumple con su objetivo de
informar y enseñar a la vez que entretiene, y Mari Yamazaki y Tori Miki tienen
cierta libertad para dar vida a sus personajes.
Lo que es más fácil de llevar a un
medio como el manga son las anécdotas que se incluyen, de vez en cuando, en la Historia
natural. Al fin y al cabo, se trata de narraciones de un hecho más
o menos extensas, más o menos detalladas. En el capítulo cuatro de Plinivs,
sus autores optan por dibujar el enfrentamiento entre el emperador Claudio y
una orca, que Plinio nos cuenta cuando habla de este animal, las ballenas y la
rivalidad que existe entre ambas criaturas:
Orca et in portu ostiensi visa est
oppugnata a Claudio principe. Venerat tum exaedificante eo portum, invitata
naufragiis tergorum advectorum e Gallia, satiansque se per conplures dies
alveum in vado sulcaverat, adtumulata fluctibus in tantum, ut circumagi nullo
modo posset et, dum saginam persequitur in litus fluctibus propulsam,
emineret dorso multum super aquas carinae vice inversae. Praetendi iussit
caesar plagas multiplices inter ora portus profectusque ipse cum praetorianis
cohortibus populo romano spectaculum praebuit, lanceas congerente milite e
navigiis adsultantibus, quorum unum mergi vidimus reflatu beluae oppletum
unda. (Plin. HN. IX, 6). |
Una orca también fue vista en el puerto
de Ostia, a la que atacó el emperador Claudio. Había llegado entonces cuando
este estaba terminando de construir el puerto, atraída por el naufragio de
unas pieles importadas de la Galia. Al saciarse durante varios días, había
hecho una cavidad en el fondo del mar y las olas la habían enterrado hasta
tal punto que de ningún modo podía darse la vuelta; mientras iba tras la
comida arrojada a la orilla por las olas, su dorso sobresalía mucho por encima
de las aguas, como la quilla de un barco que se ha dado la vuelta. El césar
ordenó que se tendieran numerosas redes entre las bocas del puerto y, tras
partir con las cohortes pretorianas, él mismo ofreció un espectáculo al
pueblo romano: los soldados arrojaban sus lanzas desde los navíos que atacaban,
uno de los cuales vimos que se hundía envuelto por una ola causada por el
resoplido del monstruo. |
© Mari Yamazaki, Tori Miki 2014.
En Plinivs,
se le da cierto espacio a esta anécdota, como si de verdad nos encontrásemos
frente al autor latino y este nos estuviera contando, de viva voz, un hecho que
hubiera presenciado. De hecho, nuestro protagonista la recuerda a raíz de los
atunes: Eukles se sorprende por su tamaño, Plinio le indica que en realidad no
ha visto a las criaturas marinas más grandes y le habla de las ballenas y las
orcas, ofreciendo algún dato que encontramos también en la Historia natural —menciona su
fiereza, por ejemplo—. Es
entonces cuando se produce la asociación de ideas y el naturalista rememora la
proeza del emperador.
Mari Yamazaki
y Tori Miki añaden algunos detalles al texto original para conferirle un mayor
impacto a la historia: se habla del carácter enfermizo de Claudio —algo que, en
principio, resulta contradictorio teniendo en cuenta su hazaña—, se nos muestra
la preocupación de los soldados, se cierra la historia para hilarla con la
conversación entre Plinio, Eukles y los pescadores… También hay ciertas
modificaciones, claro: para reforzar el papel del emperador, se obvian las
redes y se hace que el ataque dependa de una única barca, bastante pequeña. Por
último, en las viñetas, solo vemos luchar a Claudio, no a los soldados de los
que nos habla Plinio en el texto original.
© Mari Yamazaki, Tori Miki 2014. |
La forma
en la que se adapta este pasaje sirve, por un lado, para seguir transmitiendo
cómo era la Historia natural y qué tipos de textos pueden encontrarse en
ella, pero también es un mecanismo que Mari Yamazaki y Tori Miki utilizan para
caracterizar a su Plinio. La manera en que la cuenta, lo que destaca del
emperador Claudio… Todo ello nos habla de sus simpatías, lo que siente cuando vive
un acontecimiento y lo que de verdad le interesa.
Los
límites entre realidad y fantasía: los pueblos del mar
Pero
Mari Yamazaki y Tori Miki no solo incluyen datos y anécdotas en forma de
diálogo. En sus páginas encontramos algo mucho más sorprendente: un hombre pez,
una criatura de fantasía. Es un niño el que se encuentra con él hacia el final
del capítulo, cuando Plinio se dispone a regresar a Roma por orden de Nerón.
Así, se desdibuja la línea que separa la realidad y la imaginación.
El
propio Plinio, en su Historia natural, menciona episodios similares, a
los que parece conceder cierta credibilidad. Concretamente, nos habla de dos seres
mitológicos: los tritones y las nereidas. Los primeros son criaturas que
acompañan a Poseidón, el dios del mar, en su cortejo. Su mitad superior es la
de hombre, mientras que la inferior es la de un pez. Si bien es cierto que
Tritón es un dios único, una divinidad marina hija de Poseidón que aparece en
varios mitos como personaje secundario, su nombre se utiliza también para
aludir a estos seres mitológicos. Las segundas, por otro lado, son divinidades
del mar, hijas de Nereo y Dóride. Se caracterizaban por su belleza deslumbrante
y vivían en las profundidades del océano, tejiendo entre hermosas canciones.
Aunque, generalmente, los mitos nos las muestran siempre en grupo, hay algunas
nereidas bastante célebres. Seguro que os suena Tetis. Pues bien, la madre de
Aquiles era una nereida, así como Anfítrite, que contrajo matrimonio con
Poseidón.
Tritón y nereida, de Arnold Böcklin (1874)
En el
siguiente pasaje, Plinio recoge algunos testimonios sobre avistamientos de
tritones y nereidas:
Tiberio principi nuntiavit
olisiponensium legatio ob id missa, visum auditumque in quodam specu concha
canentem tritonem qua noscitur forma. Et nereidum falsa non est, squamis modo
hispido corpore etiam qua humanam effigiem habet. Namque
haec in eodem spectata litore est, cuius morientis etiam cantum tristem
accolae audivere longe, et Divo Augusto legatus Galliae conplures in litore
apparere exanimes nereidas scripsit. Auctores habeo in equestri ordine
splendentes, visum ab iis in gaditano oceano marinum hominem toto corpore
absoluta similitudine; ascendere eum navigia nocturnis temporibus statimque
degravari quas insederit partes et, si diutius permaneat, etiam mergi. (Plin. HN. IX, 5). |
Al emperador Tiberio le anunció una
embajada de olisiponenses, enviada por esta razón, que se había visto y oído
en una gruta a un tritón que tocaba su concha, con la forma con la que se los
conoce. Y tampoco es falso lo de las nereidas, solo que su cuerpo está
erizado de escamas incluso en las partes en las que tienen aspecto humano. En
efecto, una fue avistada en la misma costa, cuyo triste canto al morir
incluso escucharon, a lo lejos, quienes vivían allí. Y al divino Augusto un
legado de la Galia le comunicó por escrito que habían aparecido en la costa
muchas nereidas muertas. Tengo a mi disposición a brillantes autoridades del
orden ecuestre que afirman haber visto en el océano Gaditano un hombre del
mar que guardaba un parecido absoluto con el ser humano en todo el cuerpo.
Subía a los navíos por la noche y al instante sobrecargaba la parte en la que
se sentaba, y, si permanecía mucho tiempo, incluso los hundía. |
© Mari Yamazaki, Tori Miki 2014. |
Curioso,
¿verdad? Pues bien: Yamazaki y Miki hacen a nuestro autor partícipe de una de
estas anécdotas. Al igual que en su obra, los datos se mezclan con las
historias particulares y las curiosidades. Como acabo de comentaros, al final
del capítulo cuatro un niño ve a un extraño ser marino… y Plinio, como no podía
ser de otra manera, le hace un sinfín de preguntas al respecto. Su curiosidad
es insaciable. De hecho, por la descripción que le hace el pequeño, deduce que
la criatura no es una nereida, aunque no llega a ninguna otra conclusión porque
debe marcharse. Así, Plinio no se limita a recopilar anécdotas que
otros han vivido y le han contado, sino que está a punto de protagonizar
una de ellas. ¡Pero no le es posible por una cuestión de tiempo! Si el hombre pez
se hubiera quedado un poco más en la playa, habría llegado a verlo.
© Mizuki Production 2014. |
Sin embargo, no quiero detenerme solo en la manera en que los mangakas plasman las palabras del escritor latino en viñetas. En mi opinión, la criatura marina refleja muy bien ese deseo de unir Roma y Japón que subyace en muchas de las historias de Mari Yamazaki. Y es que el aspecto del ser difiere bastante del de los tritones y las nereidas: no es una mujer de extraordinaria belleza, tampoco es un hombre con cola de pez. Desde mi punto de vista, podría asemejarse a algunas criaturas del folclore japonés. Por ejemplo, en cierto modo, me recuerda a los ningyo nipones, al menos tal y como los dibujan autores como Shigeru Mizuki en su Enciclopedia Yokai —que Satori ha publicado en español—. Se trata también de seres medio humanos, medio peces, con una boca similar a la de los monos y escamas de color dorado. Pero hay otras muchas criaturas y monstruos japoneses que me vienen a la cabeza cuando veo al hombre pez de Plinivs.
Con esto
termino la entrada de hoy. 😊 ¡Espero que os haya gustado! Plinivs es
un manga muy interesante, así que os hablaré más sobre él en el futuro. Por mi
parte, os espero el domingo con la última entrada del mes, una nueva reseña
para poner punto final al #LeoAutorasOct de este año. ¡Hasta entonces! 🤗
Bibliografía
Como
siempre, aquí tenéis una lista de referencias por si queréis saber más. 😊
Bellisime, Marion
(2017b). «Manga
Romae (3/3): Pline», en Actualités
des études anciennes, ISSN: 2492.864X. En línea. disponible en:
<https://reainfo.hypotheses.org/7698>.
Buchet,
Elisabeth (2019). «Entre
Rome et Japon: l’histoire romaine en manga», en Bièvre-Perrin, Fabien (ed.), Antiquipop
| L'Antiquité dans la culture populaire contemporaine, ISSN 2553-4114. En
línea. Disponible en: <https://antiquipop.hypotheses.org/6696>.
Grimal, Pierre
(1981). Diccionario de mitología griega y romana (trad. de Francisco
Payarols), Barcelona: Paidós.
Serbat, Guy (1995).
«Introducción general», en Fontán, Antonio, Moure
Casas, Ana María et al. (eds. y trads.) (1995). Plinio el
Viejo. Historia Natural. Libros I-II, Madrid: Gredos.
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